15 diciembre 2008

la historia de Santa Luz

mapa de Santa Luz
Cuando los Reyes Católicos expulsaron en el año 1492 a los judíos de España, muchos de ellos marcharon a tierras del norte de África, a las ciudades de Orán y Argel; desde allí, en pequeños grupos durante los años siguientes, algunas familias saltaron a la península itálica y se establecieron en la falda oriental de lo que denominaron monte "Oros", un pequeño promontorio que resguardaba de los vientos del norte una pequeña ensenada que les sirvió de abrigo en su última singladura.
Allí, con aportaciones sucesivas de judíos sefarditas de distintas procedencias, se fue formando un núcleo estable de población que ha sobrevivido hasta nuestros días.

¿Cuál fue el origen del nombre de Santa Luz?
No se conoce con certeza, pues desde las primeras referencias escritas se maneja sin cuestionamiento ni aclaración alguna. Se piensa que quizá pueda estar ligado a la elección del lugar de asentamiento de los primitivos pobladores de la ciudad: la luz que todos los anocheceres se ponía sobre el horizonte del mar debía de suponer como un bálsamo de luz en los castigados espíritus de los sefarditas españoles: allá, al otro lado, su dulce Sefarad quizá les esperara como siempre, plácida como pocas veces había sido fuera de su recuerdo. Quizá también la denominación del monte "Oros" tuviera algo que ver, como si su destello y su luz -cuando el sol le recortaba en el tramonto- significase un valor fundamental en la vida de los trasterrados.

¿Cómo ha podido sobrevivir hasta hoy?
No es el único caso de ciudad-Estado que milagrosamente ha atravesado los procesos de fundación nacionales europeos manteniendo su personalidad e independencia. En este caso, quizá el relativo aislamiento, la falta de peso económico de la ciudad, la especial habilidad de sus habitantes y la casualidad de que los sutiles equilibrios de poder entre los estados Pontificios, Francia y el reino de España, valorara más su independencia que su posible anexión, primero; y de que la vorágine de la construcción de la unidad italiana descuidara su presencia e ignorara hasta su misma existencia, después, ha permitido ver hoy, más de quinientos años después de su fundación nunca acaecida, la existencia de una ciudad: La Costa, capital de un pequeño Estado: Santa Luz que, paradójicamente, reclama para sí su pertenencia a la nación española mientras reivindica orgulloso su independencia administrativa y política.

¿Cuál es su régimen político?
Curioso. Santa Luz se define como una República. Una república que, a pesar de su origen tan significado, hace profesión de aconfesional. Santa Luz cuenta con una Constitución 
desde 1813, cuando la Pepa de Cádiz se movía ya en el territorio mítico de los luceños nuevamente expulsados del sueño de una vuelta nunca anunciada. La promulgación de la Constitución de 1813 fue el primer acto plenamente consciente de la sociedad luceña, que manifestaba claramente su pertenencia a España en el corazón y en la distancia.

¿Cómo es su gobierno?
Se elige un Congreso de diputados para legislaturas de cuatro años. Los resultados determinan el tiempo que cada partido gobernará, siendo éste proporcional al porcentaje de votos recogido por cada formación o coalición de ellas. Así, un partido que obtuviese la mitad de los sufragios gobernaría los dos primeros años, de forma que siempre al final gobierna el partido menos votado, durante cuyo gobierno se celebran las elecciones siguientes.

¿Se puede ser ciudadano luceño?
Sí. El artículo 3 de la Constitución
establece las condiciones de adquisición de la ciudadanía luceña; en concreto, cualquier ciudadano español puede ser luceño sin más que manifestar su petición ante la autoridad competente, en este caso, la Oficina del Ciudadano en La Costa o el Consulado de Santa Luz en Madrid: juan.juancarlos@gmail.com.
La ciudadanía luceña es compatible -sin perjuicio de lo que la legislación de otros países pueda establecer- con cualquiera otra, y se justifica mediante el documento Pasaporte expedido por la O.C. o el Consulado.
Puede solicitar el pasaporte en la dirección: juan.juancarlos@gmail.com.

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