29 julio 2006

Una boda gay en Madrid

Hoy sábado 29 de julio, el alcalde de Madrid Alberto Ruiz Gallardón (47 años, Partido Popular) oficiará la boda de una pareja de homosexuales. Por este motivo, el Arzobispado de Madrid ha hecho pública una Nota que puede consultarse en el enlace ubicado en la portada de www.elpais.es de hoy mismo.
Por la importancia del tema, y para facilitar el conocimiento y la difusión de las distintas posiciones existentes aun dentro del marco de la Iglesia Católica, ofrecemos el documento hecho público por el Obispado de La Costa.


Nota del Obispado Metropolitano de La Costa, sancionada por Monseñor Evedasto LeMarche, Adjunto para la Enseñanza y Respeto de la Fe
LA COSTA, 28 DE JULIO DE 2006
Ante la difusión pública de la nota del Arzobispado de Madrid de esta misma fecha, referente al “acto legal de la unión de dos personas del mismo sexo presidido por el Alcalde de Madrid”, este Obispado desea reflexionar sobre ella, con el fin -también- de evitar la confusión y el escándalo entre los católicos y otros ciudadanos de buena voluntad.
1. El matrimonio tal como lo entiende la Iglesia Católica no puede ser contraído más que por personas de distinto sexo. La unión legal a la que nos referimos, celebrada fuera del ámbito de las normas de la Iglesia Católica, no puede ni debe ser juzgada desde posiciones religiosas propias de ésta.
2. Cualquier regulación civil con que la sociedad pueda dotarse, deberá ser juzgada por sus intenciones y por sus resultados. Entre las primeras no es la menos importante el ofrecer un marco de unión legal a las personas que no sea discriminatorio por razón de su identidad sexual. En cuanto a los segundos, no merece la pena azuzar ni angustiarse con apocalípticas visiones que, en algunos casos, responden más a fantasmas e intereses particulares que a previsibles escenarios futuros.
3. En cuanto a la obligación que tienen los católicos como ministros de la Iglesia de respetar en su comportamiento la doctrina oficial de ésta, es indudable que existe y que no cabe pensar en su decaimiento puntual. Sin embargo, para hablar sobre el tema estricto objeto de estas notas, el compromiso público del Excmo. Sr. Alcalde de Madrid lo es con su partido y con sus votantes pero nunca con la Iglesia, perteneciendo cualquier relación de sus actos oficiales con la doctrina religiosa –al contrario de lo que ocurre con la posible colisión con directrices políticas, que es por definición pública- al ámbito de la conciencia personal, por lo que su discusión deberá hacerse en privado, evitando toda presencia en los medios, presencia que no puede sino provocar aquello precisamente que pretende evitar: el escándalo.